¡Qué mejor alternativa que un buen Jamón Serrano en estos tiempos que corren!. La verdad es que en algunos momentos, no queremos reconocer la felicidad que nos proporcionan algunos alimentos, que por su modesto coste, no son considerados inconscientemente, como productos gourmet, a pesar de cumplir con todos los requisitos que los más exigentes paladares quisieran imponer.
Con el Jamón Serrano nos ocurre como con las sardinas, como con los mejillones. Productos alimenticios que estarían ensalzados en el más alto peldaño del escalafón de la calidad, de los productos premium, si su precio fuera desorbitado. Unos mejillones de aperitivo, con una ración de finas y brillantes tapas de jamón serrano, en una misma sesión, posiblemente colmarían de satisfacción a los paladares más exquisitos, sin que el precio nos subiera por encima de los cinco euros... Una joya de verdad a precio de bisutería.
Estamos en crisis, y hemos de agudizar el ingenio y aprovechar las gangas. El Jamón Serrano español es una ganga. Es una ganga de calidad insospechada... ¡Vamos a por él!